¿Quién dijo que las mujeres no podemos darnos placer? ¡Eso es un tabú que desapareció hace unos cuantos años atrás! Así que no debéis avergonzaros sin lo hacen. Lo cierto es que expertos en la salud han revelado que ésta práctica es súper beneficiosa para nuestro cuerpo y nuestra salud.
Además que te ayuda a conocer lo que realmente te gusta del sexo, lo que te dará la confianza y seguridad de decirle a tu pareja lo que de verdad quieres en la intimidad. No obstante, hay otro tema sobre la sexualidad que no se ha explotado, experimento ni se ha dicho mucho al respecto...
¡Y es sobre la eyaculación femenina! Tema que está muy lejos de ser ficción. ¿Quieres saber más? Entonces sigue leyendo.
¿Qué es la eyaculación femenina?
La eyaculación femenina o squirt, es un fluido que expulsa la vagina cuando las mujeres experimentan un orgasmo de otro mundo. Por lo que estaríamos hablando del mayor placer sexual que una mujer podría experimentar. Sin duda, suena fascinante. ¡Sigue leyendo!
Por su parte, el Journal of Sexual Medicine nos ha hablado al respecto.
De acuerdo al Journal of Sexual Medicine, ese fluido orgásmico está compuesto por orina, fosfato ácido prostático, glucosa, fosfatasa ácia de próstata y fluido prostático de las glándulas de Skene, las cuales no todas las mujeres tienen. Éstas glándulas se encuentran en la parte superior de la vagina, por lo que deberás intentar eyacular para saber si formas parte de ese porcentaje que puede experimentar este placer.
Debido a la poca información que se ha manejado al respecto, muy pocas mujeres lo han vivido.
Pero no cabe duda que vale la pena intentarlo. Para eso, debes ubicar el punto G de tu vagina, el cual suele estar ubicado a 4-5 centímetros dentro de ella. Introduce tus dedos para tocarla y así alcanzar el clímax. Es recomendable usar un lubricante a base de agua.
¿Cómo saber si lo estás haciendo bien?
Sabrás que lo encontraste cuando hayas sentido una superficie rugosa, diferente al resto. Es ahí cuando debes estimular esa parte para experimentar altos niveles de excitación. Si comienzas a sentir ganas de ir al baño, tranquila, es una de las señales de que lo estás haciendo bien y que estás apunto de lograrlo.
Entonces harás algo como esto:
¡Debe ser una experiencia increíble y liberadora!
Puedes vivir ésta experiencia sola o en compañía de tu pareja.
Lo importante es saber lo que te gusta y conocer dónde se encuentra tu punto G. Si eres lesbiana, puedes hacer que tu compañera participe en esa exploración, ya sea con sus dedos o algún juguete sexual.
Aquí te dejamos algunas posiciones que recomendamos para alcanzar el clímax.
Descuida, podrás agradecérmelo después. ¡Disfruta el momento!
1. El puente:
No temas en tomar el mando. Siéntate sobre tu pareja para que puedas controlar la velocidad, el ángulo y el movimiento. De esa manera podrás mover tu cuerpo con libertad. Si arqueas tu espalda un poco hacia atrás, podrás sentir mayor estimulación en la penetración.
2. Bandeja de plata:
Como hemos dicho, estar sobre tu pareja te da mayor control sobre tus movimiento, además que te permite jugar con tu clítoris. En esta posición, debes juntar tus piernas, para que se sienta más estrecho y así poder seguir todo con mayor intensidad.
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